APRENDE A ADMINISTRAR TU TIEMPO

El tiempo es finito y por lo tanto es tu bien más preciado. No quiero que te pongas paranoico pero cada segundo que pasa es un segundo perdido que no vas a poder recuperar más. Hoy quiero ayudarte a que seas más eficiente con tu tiempo aprendiendo a decir una palabra mágica. “No”.

PROCRASTINAR

Los seres humanos pareciera que estamos programados para decir sí o para responder algo medio gris si se nos hace una pregunta pero no queremos negarnos.

El No es siempre la última opción y tienen que ser casos muy extremos para que lo apliquemos.

Desde algo tan sencillo como “Tenes un minuto para hablar”, hasta “necesitamos que hagas horas extras”, pasando por “Me podrías alcanzar esto o aquello”.

Casí siempre las respuestas a estas preguntas son si. Directa o indirectamente, siempre decimos sí.

“Tenes hora”, Si. “No me pasas a buscar”, si. “Llama vos por teléfono”, si.

Todas pequeñas cosas que a simple vista son cuestiones sociales que hacen a la interacción humana.

Imagínate si a alguien que te pregunta “tenes hora”, le decís, “no” con el celular en la mano. Te puedo asegurar que la cara de desconcierto va a ser épica.

Incluso vos mismo te vas a sentir incómodo si decís no a un favor tan pequeño.

Dicho sea de paso y a modo de dato de color. Los manipuladores sociales hábiles usan mucho este truco. Te piden un favor muy pequeño como para que no te niegues y luego lo van escalando, a modo que la persona ya no puede negarse. Son muy buenos en escalar el “sí”.

También lo usan los vendedores que hacen preguntas muy obvias para que respondas sí. Una vez que logran entre 5 y 10 afirmaciones, estás listo como cliente para que compres cualquier cosa. Hay todo un sistema y técnicas al respecto.

La cuestión es que aceptar una muestra gratis de un chocolate puede derivar en que compres algún electrodoméstico, entres a un shopping o empeñes tu tiempo escuchando una charla de ventas.

Podrás pensar que soy un poco extremo con los casos que planteo pero es que si no te lo expongo así, no te vas a dar cuenta.

Esto se puede aplicar a la vida personal pero también a los negocios.

¿cuánto tiempo perdes leyendo emails de gente que no te interesa ni te aporta nada solo porque estás en modo automático de responder emails? Incluso mensajes de Facebook, Instagram o Whatsapp.

Las redes sociales son una gran adicción para muchos. Ese ícono rojo de bandeja de entrada es una tentación continua a un “si” y por ende pérdidas de tiempo continuas.

Y el problemas más grave es que ese si, deriva en pérdidas de tiempo tan aparentemente minúsculas de 5-10 minutos cada vez, que no nos damos cuenta.

Tenés que dejar de procrastinar.

Si sos muy adicto al celular te recomiendo usar algún programa que te limite el acceso a una x cantidad de tiempo diario.

La media mundial ronda entre 1 hora con 40 minutos por día, pero en Latinoamérica supera las 3 horas y media.

Cualquiera de las 2 cifras es una locura. Con 3 horas diarias por día podrías aprender un nuevo idioma, empezar una carrera universitaria, invertir, incluso emprender un negocio, no sé, lo que quieras.

Parece tan diminuto el tiempo que gastamos, ya te digo 5-10 minutos en cada interacción, que no nos damos cuenta.

Imagínate si le sumas el tiempo de televisión, netflix o video juegos. Ya podrías ser ingeniero nuclear o un astronauta, como para decir algo.

Otra métrica que asusta nos dice que no podemos estar sin mirar el celular al menos 1 vez cada 10 minutos promedio.

Si este es tu caso, te recomiendo nuevamente buscar una aplicación que te limite o que te haga más consciente de lo que estás haciendo. Hay aplicaciones que te ponen en grande cuanto minutos estuviste en tal o cual aplicación.

Todo esto, son acumulaciones de si cuando deberías ver las notificaciones y decir, NO. Pero un NO rotundo.

Ojo, no se trata de ser un antisocial que duerme en una cueva a la luz de una fogata. Se trata de invertir los roles.

Hoy puede que le des mucha prioridad a las redes sociales, pero la idea es que pruebes remplazar una prioridad por otra más sana y que te de beneficios más satisfactorios.

Vas a mirar Instagram, quédate tranquilo, pero no 3 horas y media. Vas a mirarlo media hora al día. Las otras 3 horas las podes dedicar a tu familia, hijos, mujer, novia, amigos, correr, estudiar, comer, lo que quiera. Pero si lo podes enfocar en algo que te encamine a ser un poquito mejor cada día, sería genial.

Por ejemplo, crear un negocio, estudiar, meditar, hacer deporte, investigar cosas, hacerte un chequeo médico (increíble la cantidad de personas que no se hacen chequeos regulares), en fin, creo que entes.

No se trata necesariamente de algo que te lleve a ser millonario, al menos no hoy, pero si podes empezar un emprendimiento, mejor.

Te recomiendo hacer el curso de Micro Finanzas Personales que podés ver ¡ACÁ!

¿Cómo puedo empezar a decir No?

1 – Prioridades

Lo primero que vas a tener que hacer si o si es definir tus prioridades de vida. Sea cuales sean.

Objetivos a 10 años, 5 años, a 3 años, a 1 año, mes a mes, semana a semana, día a día.

Mi consejo es no más de 3 prioridades. Puede ser, mejorar tu estado físico, crear un pequeño negocio y conseguir la pareja de tus sueños.

Lo que fuere. Pero tenes que definir ese objetivo, esa pasión.

Tenes que definir esas prioridades bien claras, hacer una foto mental y empezar a establecer objetivos de más corto plazo con premios pequeños cada vez que lo conseguís.

Si no tenes un objetivo por más sencillo que se, te va a resultar imposible decir no.

Como no tenes ni una meta, todo el tiempo sobra y da lo mismo si lo gastas en redes sociales, en una cola de tránsito, o en el supermercado.

Ahora bien, si lo tenes muy claro la cosa cambia.

Conozco mucha gente que tenían trabajos normales, y se pusieron un objetivo muy sencillo. Uno quería simplemente estar “trabado” como se suele decir en los gyms, una chica quería terminar su carrera, a otro le gustaba sacar a pasear a sus hijos con un perro labrador que tenía.

Como vez, nada era “ser millonario” o “llegar a la luna”. Querían cambiar su vida.

2 – Medir el tiempo.

¿Cuánto gastas en cada cosa? Esto es clave.

Siguiendo un poco con el ejemplo anterior, a partir de tener un objetivo, se dieron cuenta que perdían mucho tiempo yendo al trabajo, volviendo del trabajo, saliendo a almorzar al medio día, en fin, cosas del día a día que uno no se da cuenta pero consumen tiempo.

Siendo conscientes del tiempo que estaban perdiendo ahora que tenían un objetivo. Empezaron a cambiar su vida.

Uno se mudó a unas cuadras del trabajo. Ya no necesitaba ir en auto ni perder 1 hora y media de ida y otra hora y media de vuelta. Otro directamente renunció y se fue a un pueblo más chico.

No necesariamente tenes que hacer esto, cada vida es distinta, pero si van a surgir alternativas nuevas para empezar a decirle no a cosas que de otra manera no lo harías.

Estas administrando mejor tú tiempo.

Incluso en esta etapa vas a empezar a evitar conversaciones innecesarias, trámites innecesarios y hasta movimientos innecesarios.

3 – Premiarte

Parece algo irrelevante pero es clave.

Te pusiste un objetivo. Premio.

Mediste el tiempo y determinaste en que lo perdías. Premio.

Empezaste a activar y cambiar tus hábitos generales para ser más eficiente. Premio.

Vas cumpliendo los pequeños objetivos que te propones. Premio.

Si por el cerebro fuera estaríamos todo el día tirados en un sillón. Por lo que, para ganarle a la voz interna que nos dice “dale, mirá esa notificación de Instagram. No pasa nada, yo te cubro”, tenemos que demostrarle que no nos importa y que el premio está en otro lado.

De esta forma vas a logra cambiar esos malos hábitos y mejorar tu vida.

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