SER RICO Y FELIZ 🙌
Existe una frase que dice “La plata no hace la felicidad” que hoy quiero que analicemos juntos y veamos hasta qué punto esto es verdad o mentira. ¿Pensas que la plata no hace a la felicidad?
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LA FELICIDAD
Nuestros padres siempre de cierta forma nos han inculcado el miedo al dinero. No todos los padres, pero si la gran mayoría.
Estas frases armadas que siempre se usan para romantizar la pobreza tienen su por qué en el contexto familiar pero ocasionan mucho daño a la mente de los jóvenes que se están metiendo poco a poco en la cruel realidad.
No me confundas, no estoy echando en cara nada a ningún padre, ellos no tienen la culpa porque a ellos los educaron así también e intentan transmitir lo mejor que pueden una forma de vida digna a sus hijos.
Dentro del mar de frases y dichos financieros, en su mayoría asociados a que la riqueza es mala y la pobreza es digna, nos encontramos con “La plata no hace a la felicidad”.
De hecho, déjame en la caja de comentarios qué otra frase financiera te han dicho en tu familia que recuerdes hoy o que incluso la uses mucho.
“La plata no hace la felicidad” creo que es una de las frases que hemos escuchado todos, ya sea por parte de nuestra familia o por parte de algún amigo o conocido.
Pero ¿es cierta? ¿Cuánta verdad hay en esa frase? O mejor aún, ¿cuánta realidad hay en esa frase?
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LA VERDADERA FELICIDAD
Vayamos de a poco porque si nos apresuramos podríamos caer en la idea de que prefiero estar triste en un yate y ahogar mis problemas en una isla paradisiaca que ser feliz sin tener nada para comer.
Ir de un lado al otro de la formula puede que nos maree y no nos sirva de nada.
La idea de tomarse el trabajo de analizar este tipo de frases que normalmente usamos en nuestra vida es ver cuán reales son y si conviene o no desterrarlas de nuestro vocabulario. Pero para lograr desterrar algo, tenemos que tener un por qué y un para qué. Todo eso lo encontramos en el análisis de la frase.
Ahora bien, “La plata no hace la felicidad” es una frase para romantizar muchas cosas.
Es cierto que muchas cosas de la vida no requieren dinero.
Veamos a un Monje por ejemplo, un Yogui o cualquiera de este tipo de culturas en donde la paz y el autoconocimiento predominan por sobre todas las cosas.
Sus labores diarias son comer, leer y meditar principalmente.
Cosas que relativamente no requieren de dinero o muy poco.
¿Es esto felicidad? Si le preguntas a ellos seguro te digan que sí.
Vivir en una x cantidad de metros cuadrados de tierra toda tu vida meditando puede ser la felicidad para un monje o un yogui, pero ¿son realmente felices o es simplemente una aceptación de la vida que les toco?
El ser humano no necesita muchas cosas para vivir si te lo pones a pensar. Agua, comida y aire son las bases pero ¿es esto felicidad?
Acá nos encontramos con algo interesante y es que “no sabemos que es la felicidad”.
Para el monje puede ser meditar, para otro un auto, para otro curarse de una enfermedad, en fin, puede haber muchos motivos de felicidad pero fíjate que interesante, incluso reduciéndolo a la vida de un monje y forzando un poco las cosas se necesita dinero o un equivalente para percibir felicidad.
El dinero es simplemente un medio de cambio, una forma de tazar la habilidad de otras personas o los productos que ofrecen para hacer un intercambio y ambos conseguir algo a cambio.
Si miramos al dinero como un medio de intercambio, como una herramienta, más que como el fin en sí, la cosa cambia.
El lugar donde el monje medita fue construido por alguien y eso costó recursos. La comida que come la cultiva conjuntamente con otras personas y eso es un intercambio.
La ropa que usa fue hecha por alguien, y eso requirió ciertas habilidades.
El dinero entonces surge como una forma de intercambio en donde alguien nos ayuda a hacer nuestra vida un poco más fácil.
Tal vez yo no sepa coser lo suficientemente bien como para hacer ropa pero si sea bueno arando la tierra. Otra persona será buena en medicina y otra en la música. El dinero une todas esas habilidades y permite los intercambios.
Cuando te das cuenta que el dinero es solo un medio, entonces entendes su importancia para llevar tranquilidad a tu vida. Tal vez no felicidad aun, pero si tranquilidad.
Lo que si queda claro es que necesitamos este medio de intercambio, el dinero, para al menos tener tranquilidad.
Saber que no tenes que preocuparte por la comida de mañana, da tranquilidad. Saber que vas a tener donde vivir pase lo que pase, da tranquilidad. Saber que si mañana te enfermas de algo grave y tenes el dinero para pagar la factura médica, da tranquilidad.
Podemos decir entonces que al menos el “dinero da tranquilidad”.
Ahora bien, cuando uno está tranquilo puede hallar mucho más fácil la felicidad que es un punto que nosotros mismos tenemos que definir.
Puede que tu felicidad sea ayudar a otras personas, o plantar más árboles o incluso meditar, eso es lo que tenes que definir.
Recordá el dinero es un medio de intercambio, no el fin en sí. Por tanto, es una herramienta que tenes que usar para alcanzar esa felicidad.
¿No sería más fácil ayudar a las personas si tuvieras dinero? ¿no sería más fácil plantar árboles con dinero? Sin lugar a dudas la respuesta es sí.
Estamos intercambiando cosas para alcanzar nuestra felicidad y el dinero es el medio, no el fin, con el cual lo hacemos.
Con esto no damos cuenta que la frase “el dinero no hace la felicidad” es muy errónea.
Una mejor frase sería “el dinero hace la felicidad”. Fijate que usa la palabra “hacer”, no “es”.
No estamos diciendo “el dinero es la felicidad”, estamos diciendo “el dinero hace la felicidad” entendiéndolo ahora como un medio o elemento constructor, no como el fin en sí.
Vos podrás decir, pero la sonrisa de una madre ante el abrazo de un hijo le da felicidad y no necesita dinero.
Y yo te digo, ok. Volvé al principio de esto y remplaza monje meditando por sonrisa de una madre y volvé a analizar todo con eso en mente. Te vas a dar cuenta que incluso algo tan sencillo como una sonrisa se produce por un intercambio entre partes.
Espero se haya entendido lo que te quiero transmitir y ahora te pregunto para vos el dinero ¿hace o no la felicidad?
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